martes, 8 de abril de 2014

El arte de de besar

Aunque esto parece un básico para empezar cualquier relación carnal parece que algunos no lo tienen  muy claro y es algo que me parece sumamente extraño en algunos individuos que ya tiene experiencias sexuales previas. ¡No es tan difícil besar bien joder! en verdad os digo, hombres, que os perdéis más de una y más de dos buenas noches de buenos polvos por no saber besar como dios manda, por tener la misma destreza que un pez muerto... porque la verdad que por mucho que nos mole un hombre, si no sabe ni besar pues a mi en concreto se me arruga el chichi. Y lo peor son aquellos que presumen de buenos amantes y luego ni  lo básico (que son los morreos) saben hacerlo bien. "dime de que presumes y te diré de qué careces..." puaj!!






Canción xunga y el encoñamiento de mi vida

La tentación vive en casa.

Canción: Obsesión
Autor: Aventura


Aunque para entonces cuando ocurrió esta historia la canción ya era antigua de cojones seguía siendo número uno en las pistas de baile del pub de turno en el pueblo de turno durante el verano de turno. Autóctonos y extranjeros bailábamos al son de bachata, salsa, merenge y esas mierdas cuando ya íbamos borrachos perdidos. Yo compartía piso con tres maromos. Uno de los cuales (el objeto de deseo en cuestión) era un siciliano de veintipocos, morenazo, de ojos castaños y morritos carnosos que aunque hablara en italiano, lengua que siempre me ha parecido super gay, en su boca sonaba viril y seductora (el que fumara como un carretero y empalmara un cigarrillo con otro como quien come palomitas le ayudaba bastante a sonar “carrasposamentevaronil”). Además de carácer era bastante sarcástico (a servidora le va que le den caña también intelectualmente) y éste detalle, añadido a su guapura y presencia lo catapultó directamente a mis tres cerebros; a el de la cabeza, al del corazón y al otro. Para más inri era una fruta prohibida ya que “supuestamente” (luego descubrí que no) tenía novia y yo, por aquel entonces tenía la ridícula concepción de que los hombres con pareja no se sentían atraídos por nadie más (hay que ver lo inocente que se puede llegar a ser). Así cada vez que lo veía, una media de ¿a todas horas? el hormigueo en la zona vaginal era inevitable y me pasaba cachonda todo el santo día. Nunca y digo bien alto NUNCA he sentido tantas ganas de violar a un hombre a todas horas y de todas las formas posibles como con este chico que os describo. Poderosa la mente como ella sola, todo empezó, como no, en mi cabeza.



Hasta que una noche (tachán, tachán) salimos de fiesta, nos emborracharnos y bailamos fusionados en los brazos del otro la cancioncita que reza “Son las cinco de la mañana, yo no he dormido nada, pensando en tu belleza no podía parar...” al final acabamos dándonos el lotazo en el local, en la calle y en la cama de uno de nuestros compañeros de piso.

Además de colarme casi todos los días la susodicha cancioncita en mi cabeza el supuesto “rollete” se coló también en mi habitación todas las noches para colarse después en mi vida y de allí no salir en los siguientes dos años y no salir de mi cabeza... nunca.

Total que cuando en la canción empieza a sonar el estribillo la melodía esa que parece estar hecha con un “banjoo” (algo así como din din din diinnn...) en mi mente aparece rápida y claramente la imágen de nosotros bailando el en pub arrepretados como dos sudamericanos cachondos; él con una cerveza en la mano y yo con la mano en su culo. ¡Cuanto daño nos ha hecho la salsa por dios! ¡¡pero cuanto más nos hace el amor!! “no es amor, no es amor, es una obsesión...”