viernes, 7 de febrero de 2014

El guardián de las estrellas

Me estaba acordando yo de esta historia que me parece muy graciosa porque tiene un principio visto a través de los ojos de una amiga mía y a la hora de darle un nombre (el mote de mi amate) éste fue ideado por un buen amigo mío al que, al igual que a mi, le dá por poner motes a todo el mundo (es lo que pasa cuadno tienes memoria de pez y tienes que asociar a la gente que conoces con ideas y/o palabras) Aqui viene la maravillosa, significativa, mística y sinérgica historia del guardián de las estrellas;

Según mi amiga estábamos tomandonos unas cervecas con nuestro grupito y la noche llegaba a su fin, entonces yo, que ya estaba sentada en una butaca cansada, le dije señalando con el dedo; "mira, me gusta ese", ella se giró a por una copa, y cuando volvió  ya estaba yo dandome el lote con el susodicho. Querida amiga donde pongo el ojo pongo la bala.;) ja ja ja ja ja...

He de confesar que lo que ella no sabía es que yo ya había conocido a ese chaval en su trabajo y le había tirado los trastos días atrás, pero como no reaccionó en su momento, la verdad es que  ni pensé que al final acabaríamos enrollados. Si apareció por el bar, fue porque yo le había mandado un mensaje diciéndole que estabamos alli todos.


El caso es que ya estabamos algo contentillos porque era uno de "los martes del vino" (estaba barato) y cuando cada uno tiró para su casa, él y yo nos fuimos a darnos calor humano a la suya (bueno en realidad vivía en una furgoneta). Mi guardián de las estrellas era todo un personaje (como todas mis estrellas y estrellados aqui descritos) un tipo singular, que si no lo hubiera sido no me hubiera fijado en él jamás. (Lo ordinario suele ser bastante tedioso) el caso es que había hablado previamente con él porque yo me paseaba como Pedro por su casa en mi antiguo curro y allí cada año venía gente nueva. Unas rastas rubias muy largas le asomaban de entre la gorra del uniforme. Tenía unos ojos azules, serenos y cristalinos que acompañaba siempre con una sonrisa (aunque a veces fuera una mueca o intento de sonreir vagamente) al hacerlo se le cuarteaba el contorno de los ojos, tenía ya sus cuarenta cumplidos (un madurito sexy) pero si no fuera por aquel detalle, ni lo hubiera sospechado, porque era de estatura normal mas bien tirando a alto y muy delgado y blanquecino de piel (aparentaba mucha menos edad) Tenía pinta de extranjero, pero era catalán. A mi el "producto español" siempre me ha gustado mucho porque suele tener una calidad inmejorable, y en especial los de la costa levantina y los del norte suelen ser los mejores amantes. Y sé bien lo que me digo porque mi experiencia es extensa y variada. :)'''''



Esa noche de martes de vineo allí estaba yo con mi nuevo amiguito jipi, llendo en bici hasta donde tenía la furgoneta aparcada (en el quinto coño, la verdad) a dormir juntitos. Ibamos dando vandazos de un lado para otro de la carretera, yo iba riéndome pero cagada a la vez por si nos atropellaban, seguramente era dificil para él conducir contetillo y llendo dos en una bici...

Total que en plan come-flores (y sanos y salvos) llegamos hasta su furgoneta, nos metimos dentro y comenzamos a besarnos contemplativamente. Creo que ninguno se esperaba que íbamos a acabar así de buenas a primeras. Resultó ser un buen besador, y resultó que a él le encantaba como besaba yo. (todos dicen los mismo, por algo será ;)) El caso es que nos entendimos enseguida, descubrí su delgado cuerpo, su precioso, envarado y largo pene y su blanquecina y suave piel, mientras él descubría la mía.  Recuerdo que fue todo muy natural y sensual a la vez, como si nos estubiéramos quitando la ropa para ir a bañarnos desnudos a un río. Nos metimos bajo el nórdico sin dejar de besarnos en ningún momento, para  acariciarnos y recorrernos por todo el cuerpo lentamente...el concepto del tiempo se había desvanecido, solo estábamos él y  yo en aquella cama dentro de ese mini universo que era la furgoneta. Lo advertía entrando y saliendo de mi con mucho tacto y cariño, firme, acompasado, sin prisa pero sin pausa, dentro, fuera, dentro fuera..y cada vez que entraba era fogoso como si entrara por primera vez, todo sin dejar de besar nuestros cuerpos y rozar nuestra dermis.. recorriendo con caricias los brazos, las piernas,  la garganta, los hombros... olisqueándonos a cada centímetro... recuerdo como me susurraba lo bien que olía, lo bien que besaba...yo advertía exactamente las mismas sensaciones. Y después de acabar de danzar encaramamdos el uno al otro con nuestro cuerpos enrosacados y sudar e intercambiar fluñidos y gemir nos dormimos como un par de angelitos.



A la mañana siguiente llegaron las risas cuando descubrimos que una de las ruedas de la furgoneta se había pinchado por el ajetreo de la noche. Nos sumergimos en otro beso intenso para despedirnos y aquel día me pareció brillar con más fuerza.

Al poco se presentó la oportunidad de volver a repetir, esta vez él y yo solos en un viaje a pasar el día fuera de la cuidad y su alboroto. Así que cojimos la jipi-neta para alejarnos de las ondas...Íbamos todo el camino hablando, él hablaba incluso más que yo, asi que me puse a escucharlo. Me contó casi toda su vida y charlábamos de temas más trascendentales. Me gustaba ese chico, y quería relamenet conectar con él, pero aunque estábamos en la misma frecuencia, notaba (como solo nuestro sexo femenino suele notar estas cosas) que no llegábamos a sintonizar del todo. De todos modos estaba encantada con la idea de estar con él en el "aqui y ahora" de ese momento,  me centré en nuestra excursión y fue un día muy agrabable y enriquecedor. En plena naturaleza nos cobijamos de la lluvia y el frío invernal en el pequeño mundo dentro de la furgoneta mientras cocinábamos, oía sus historias, disfrutábamos del sonido de la creación. Y por supuesto hacíamos el amor en plena sintonía con el otro y con el cosmos.

De buena gana nos hubieramos quedado allí más tiempo, entre los árboles y el agua desnudos mezclados en nuestro propio pedacito de universo...pero había que volver a Matrix.
Pasado un tiempo perdimos la conexión y el vínculo que hubiéramos tenido, simplemente cambiamos de frecuencia. Pero afortunadamente, mira como es la mente humana, que aquella sintonía se puede recuperar siempre que se quiera del disco duro.



Nombre: El guardián de las estrellas

Personalidad: Espiritual, contemplativo.

Aspecto físico general: Como un suspiro de luz blanca que iluminan dos luceros de un azul transparente como un lago mientras le cae una cascada de raíces de sol como pelo.

Tamaño y forma del miembro:  Alargada hacia el cielo, recta como una rama, enraizada como un árbol.

El encuentro sexual:  Místico, trascendental...

Frases que me pasan por la cabeza: No me pasaban frases por la cabeza, sino olores, tacto, susurros...

¿Se lo recomendaría a una amiga?: Claro, para todas aquellas que quisieran conectar con las estrellas, él guardián os llevará a ellas. ;)


miércoles, 5 de febrero de 2014

Piropos para hombres

Lo de piropear a los hombres no se lleba mucho, a no ser que quieras parecer más bruta que unas bragas de esparto. Pero también lo encuentro algo injusto ¿porqué no vas a poder decirle a ese objeto de deseo que le comerías todo el nabo de cabo a rabo?  ¿Quién no ha dicho alguna que otra barbaridad llendo borracha (y sin ir) o más salida que el pitorro de un botijo?

Aquí van algunas ideas de cosecha propia y otras que he encontrado por ahí para decirle al macho de turno o al maromo que tienes en casa, ¡saca a la camionera o albañil que llevas dentro!

- ¡¡Tio buenooo!!! te voy a comer todos los huevos así me llegen hasta los carrillos!

- ¡Morenooo! ¡te la voy a chupar tan fuerte que se te van a meter las sábanas por el culo!

- ¡¡Chatooo!! Acércame el micrófono a la boca que te voy a cantar algo!

- ¡Niñooo! ¡Ven a hecharme toda la mayonesa en la hamburguesa!

- ¡Madreeee! ¡Si así está el conejo imagínate la zanahoria!

- ¡Quien fuer sol para que me estubieras dando todo el día!

- ¡Guapoooo! ¡Mira si me gustas como helado que te voy a comer hasta el palo!


- ¡Maria! ¿A ti como te gustan los huevos?
- A mi ¡que me reboten en la barbilla!