martes, 28 de enero de 2014

Histórias de murcianicos

Coco-liso era colín, tenía corto el piticlín

Como no to' iban a ser historias de grandes orgasmos y pipiritajes, hoy voy a contaros la triste-pero-cierta historia de mi desafortunada reunión con Cocoliso. No es que ha sido el peor polvo de mi vida, que desgraciadamente los han habido peores (¡y mucho! ya os contaré la gran catástrofe en otra ocasión) pero la verdad que mirando aquello con perspectiva este polvo me sobraba.

¡Pijo! él era zagal interesante, el murcianico. Colega mío, nunca nos habíamos llebao ni mu bien ni mu mal, pero un día se nos ocurrió mandarnos mensajicos... mensajicos de esos qe te ponen burro y acabas haciéndote una manuela (o varias) asin se te fuera la vida e ello. La cosa empezó de cachondeo pa acabar con  un capazo de chistes verdes y proposiciones en las que a ellos se les pone morcillona y nosotras se nos calienta el hocico. ¡Toico cachondos que nos ponemos, anda que no!

Así que decidimos pasar "del dicho al hecho" y a los pocos minnutos ya lo tenía dando nudillazos en la puerta. Aunque eso si, yo en lo que le había tomao el camino ya me había venido la lucidez y decidido que aquello no era muy buena idea. No por que fueramos colegas, aqui de deja la amistad a un lao y se folla y no pasa ná. Si no porque me acordé que una amiga se lo había tirado y fíjate si la tenía ppequeña que me contño que se la metío por el culo y ella ni se enteró. Así que las referéncias eran malas del copón. Pero bueno, le heché valor y al toro. Despues de todo y aunque fuera colín, tenía fama de discreto.

Total que acabajmos juntando los muslos entre tanto calentñon, mientras yo toica espatarrá intentaba adivinar si ya estaba dentro la cosica aquella. Aunque iba algo cachonda, (pero ni punto de comparación de como iba a través de los mensajes, ya ves el poder de las palabras y la imaginación) ni me corrí, ni ná, aquello se perdió dentro de mi como si no hubiera estado allí nunca. Él todo gozando de mis teticas, pero ni sabía chupar ni sabía besar, un NM (necesita mejorar) de esos que te ponían en la EGB, vamos. Así que la cosa acabó prontico afortunadamente.

Pero como no somos unos reconcomíos, amigos somos y amigos nos quedamos, eso sin, sin roceduras ni ná. Que algunas hacen el cariño pero otras dejan callos.



- Buenas días señorita ¿cómo ha visto usted este polvo?
- ¿El polvo? ¡El polvo una mierda!



Un zagal con pelendengue

Del otro protagonista de mi historia no me acuerdo del nombre, ni de la cara, ni de muchho ¡pos no ha llovío! Solo sé que eran fiestas de Murcia (¿como acabé yo allí?) y ambos íbamos como las cabras de borrachos. Nos entró el calentón morruno con el calimoxo y como un par de becerros nos pusimos a follar en su coche que lo tenía cerca la huerta murciana. Yo encima de él meneándole la sardina con er coño to caliente que estaba más mojá que la del río. Y él dándome pollazos como un descosío en ese espacio reducido...tan reducido, que tubimos que sacar el culillo y acabamos medio follando fuera. Como dice la canción; "No me folles en el suelo, como si fuera una perra, que con esos cojonazos, me untas el coño de tierra" Al final con tanto meneo y alcoholazo nos dio un arrechucho y lo dejamos pa' otro día. O para otra vida, mejor.


Y hasta aqui las historias de hoy ¡Ala a zurrirsela! que si sigo escribiendo no me vana quedar ganas ni.. ¡ni pá tocarme!

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